Casi más importante que elegir un buen calzado diario es elegir un buen zapato de trabajo. Debemos pensar en un calzado que más que estético se acomode a nuestras necesidades físicas, entorno, tipo de trabajo a realizar etc.
En cuanto a los pies podemos contar con dos tipos de lesiones que puede producirse:
El primer tipo incluye lesiones de pie por pinchazos, trituración, esguinces y laceraciones.
El segundo grupo incluye a los de las lesiones resultantes de resbalones, tropezones y caídas.
A la hora de elegir un buen zapato de trabajo tenemos que tener en cuenta otras dolencias como si se producen callos, uñas enterradas o simplemente la sensación de pies cansados; problemas muy comunes entre los trabajadores. A pesar de que éstos no se consideran como lesiones profesionales, pueden derivar en graves consecuencias para la salud y la seguridad en el lugar de trabajo, causando molestias, dolor y fatiga.
En cuanto a los pies podemos contar con dos tipos de lesiones que puede producirse:
El primer tipo incluye lesiones de pie por pinchazos, trituración, esguinces y laceraciones.
El segundo grupo incluye a los de las lesiones resultantes de resbalones, tropezones y caídas.
A la hora de elegir un buen zapato de trabajo tenemos que tener en cuenta otras dolencias como si se producen callos, uñas enterradas o simplemente la sensación de pies cansados; problemas muy comunes entre los trabajadores. A pesar de que éstos no se consideran como lesiones profesionales, pueden derivar en graves consecuencias para la salud y la seguridad en el lugar de trabajo, causando molestias, dolor y fatiga.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un buen zapato de trabajo?
- Absorción de golpes: Absorción del impacto en el momento en el que el con el zapato tocamos el suelo o estructuras de la zona de trabajo.
- Acolchamiento: Capacidad de la parte inferior de los zapatos para adaptarse a la forma del pie y distribuir la presión por toda la superficie plantar mientras se camina.
- Flexibilidad: Ayuda a nuestro tobillo ya que se relaciona con la capacidad del zapato para favorecer o soportar el movimiento de flexión de nuestro tobillo.
- Torsión: Va en la línea de lo anterior y es la capacidad del zapato para favorecer esos movimientos de rotación, pronación, supinación del pie etc.
- Fricción: Hablamos de la capacidad de agarre del zapato, de resistencia al deslizamiento.
¿Cómo debería ser el zapato de trabajo ideal?
- El peso del zapato no debe superar los 800 gramos.
- Debe contar con un tacón menor a 5 cms de altura. Los tacones más altos incrementan la presión en la parte media del pie y en la fuerza de impacto.
- La suela deberá tener al menos un 0,5% de coeficiente de fricción.
- La cara interna de los zapatos debe ir directamente desde el talón hasta el final del dedo gordo del pie.
- La punta del zapato debe permitir la libertad de movimiento de los dedos de los pies. En algunos casos dependiendo de la profesión la punta deberá ir reforzada.
- El calzado debe tener un agarre firme al talón (nos referimos a una costura firme).
- Los zapatos deberán tener insertos para mejorar la comodidad. Estos insertos no son “plantillas comerciales” que se adquieren en tiendas de conveniencia o farmacias.Los insertos completos con soporte para talón y soporte para el arco pueden reducir un 25% la presión en el talón, un 24% de las fuerzas de impacto.