viernes, 30 de octubre de 2015

El origen del complemento estrella: las botas de agua


Estamos en otoño y el frío y el agua nos obliga a cambiar de calzado, en un abrir y cerrar de ojos pasamos de las sandalias al calzado cerrado y las botas. En estos días los que la lluvia hace acto de presencia un día sí y otro también, cada vez es más frecuente ver en la calle las botas de agua. 
Las botas de agua o "katiuskas" se han convertido en un complemento de moda que no puede faltar en las tendencias para este otoño / invierno. Se trata de un calzado práctico y cada vez más cómodo que permite mil y una combinaciones. De caña alta,caña media, de tipo botín, las posibilidades son infinitas, las botas de agua se reinventan.

Fabricadas en plástico o PVC, y de mil y un colores, este año, se combinan con diferentes tejidos y materiales para adaptarse a las nuevas tendencias. Y para aquellas que no quieren renunciar a los tacones ni con lluvia, existe una solución, hay diferentes marcas que comercializan botas con diferentes alturas y tipos de tacón. Si lo que quieres es un uso más funcional, los botines de agua son perfectos, cumplen su función impermeable sin renunciar a la moda. Los botines de colores, con brillos, tachuelas e incluso con cordones son tendencia para este otoño / invierno. 


El origen de las "Katiuskas"


En España es muy común referirse a las botas de agua como "katiuskas", lo que no todo el mundo conoce es el origen de este término. Éste, curiosamente procede de una zarzuela que se estrenó en 1931 y cuyo título era " Katiuska, la mujer rusa". Durante la representación, la protagonista calzaba unas botas altas de media caña, las cuáles recordaban a las que se utilizaban en días de lluvia. Tal fue la popularidad de la pieza teatral, que las mujeres acudían a las zapaterías de la época pidiendo el calzado que utilizaba la protagonista, pedían unas botas como las que llevaba Katiuska, y de ahí el término para mencionar a éste tipo de calzado derivó en "katiuskas". Como curiosidad, cabe destacar que durante la época de los setenta y los ochenta, las katiuskas fueron un tipo de calzado orientado al público infantil.


Las "wellies", unas botas aristocráticas

Para conocer el origen de las botas de agua fuera de España, tenemos que remontarnos a 1817, y más concretamente a Inglaterra donde fueron popularizadas por el Duque de Wellington, quién nunca se hubiera imaginado que iba a crear tendencia. De su apellido toman nombre este tipo de botas conocidas como "Wellington Boots"o "Wellies". Con la finalidad de crear un calzado más versátil, el duque ordenó a su zapatero modificar sus botas de guerra para poder usarlas tanto para la batalla como con pantalones bombachos en otro contexto. Como resultado de la modificación surgió un tipo de bota que se ajustaba mejor a la pierna, tenía un tacón más bajo, y lo mejor de todo, protegía del agua y del barro. Aunque originalmente las "wellies" estaban fabricadas en cuero, en 1852 se decidió cambiar el material a la goma o plástico. En este cambio tuvo mucho que ver el hecho de que acababa de patentarse el proceso de vulcanización de la goma natural, este descubrimiento contribuyó a marcar un hito en el mundo del zapato: la introducción de un calzado totalmente resistente al agua.

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